I love Lovecraft

Ha pasado poco tiempo desde que me encontré a Lovecraft en la red -tan solo siete años- desde entonces, gracias a Ernest empecé a leerlo y tiempo después -cuando ya no podía dejar de leer- empecé a recopilar sus relatos; tuve algunos problemas porque algunos de ellos están perdidos y otros simplemente no se encuentran con tanta facilidad en la red.

Algunos participantes del foro de Ciberanika me enviaron desde España libros de Lovecraft -Gracias por eso- y tiempo después empecé a buscar en el fondo de las tiendas y librerías de mi ciudad y encontré uno que otro, algunos con relatos repetidos y pastas maltratadas. Las mini Ferias del Libro también han ayudado mucho en mi búsqueda y los viajes que he tenido oportunidad de hacer.

Actualmente tengo un pequeño ''altar'' a Cthulhu, el personaje más reconocido y popular de Lovecraft, así como un tatuaje del mismo en mi tobillo.



A algunos les pareció exagerado, tonto y a otros simplemente no les gustó, pero Lovecraft me inspiró para mis historias y me invitó a un mundo maravilloso con paisajes inimaginables y seres fascinantes. Su redacción y su creatividad me maravillan desde que leí 'La Sombra Sobre Innsmouth' hace años, rescató una parte de mi personalidad que pendía de un hilo y que a punto estuve de perder.



Ahora quiero compartir los relatos con ustedes, sin ánimo de lucrar o ganar algo, solamente de guardar -porque mi pc puede fenecer en cualquier momento- y de invitarlos a entrar en Innsmouth o Dunwich, a soñar en la casa de la bruja o a llamar al gran Cthulhu que yace dormido en la profundidad del mar.

Bienvenidos.

Eyra Garibay Wong

Buscas algún relato en especial?

jueves, 10 de julio de 2008

ASTROPHOBOS 1917

En los cielos nocturnos brillando,

Sobre abismos lejanos y etéreos,

Anhelante un día acechaba

Una seductora, luminosa estrella;

Cada atardecer surgía en el cielo

Brillando en el Carro Artico.

Místicas bellezas se fundían

En sus brillantes, dorados rayos;

Gozosas quimeras descendían

Con mezclas y olores a mirra,

Y unos sones de liras extendían

Dulces y suaves melodías.

Allí, pensé, imperaba el placer,

La libertad y la armonía;

A cada momentó nacía un tesoro

Envuelto en flores de loto,

Y un líquido sonido salía

Del laúd de Israfel.

Allí, me dije, existían

Mundos de increíble felicidad,

Donde la inocencia y la paz

Coronaban el trono de la virtud;

Hombres de luces, sus pensamientos

Más puros y limpios que los nuestros.

Y entonces sentí pavor, pues la visión

Se tornó delirante y roja;

La esperanza se enmascaró de burla,

La belleza se cambió en fealdad;

Una algarabía de músicas chocaron,

Signos espectrales se entremezclaron.

Con delirantes colores ardió la estrella

Que antaño vislumbré tan bella;

Todo era triste, ya no había felicidad,

y en mis ojos destelló la verdad;

Un pandemonio salvaje desfiló

Ante mi enfebrecida visión.

Ahora conocía la diabólica fábula

Que portaba aquel dorado esplendor,

Ahora evitaba la tétrica luz

Que antaño admiré con fervor;

Y un miedo espantoso y mortal

¡Ha apresado mi alma por siempre jamás!


Nov. 21, 1917

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